del 5 al 8 de septiembre a las 22:00 h
Jueves, día 5
LAS TESMOFORIAS
de Aristófanes
Adaptación de Daniel Macías
Fuera de abono. Entrada gratuita, hasta completar aforo.
Viernes, día 6
LA APARICIÓN
de Menandro
Verbo Producciones
Estreno en el Festival de Mérida 2024
Sábado, día 7
ELECTRA
de Sófocles
Pílades Teatro
Dirección y adaptación: Fernanda Orazi
Ganadora de dos Premios Max 2024
Domingo, día 8
LAS BINGUERAS DE EURÍPIDES
de Ana López Segovia
Las Niñas de Cádiz
La creación del festival de teatro “Sexi Firmum Iulium" (nombre romano completo de la ciudad almuñequera) nació en el año 2000 con la firme intención de dar a conocer el rico patrimonio arqueológico clásico que Almuñécar reúne. La pretensión era, por tanto, invitar a todos los centros escolares de secundaria de nuestra comunidad autónoma a visitar nuestra localidad y ofrecerles, además de la representación de una obra teatral grecolatina, la posibilidad de pasear por nuestra ciudad y por sus impresionantes restos arqueológicos.
Durante los años 2001, 2002, 2004 se celebraron las siguientes ediciones con una acogida espectacular por parte de los centros escolares de toda Andalucía. Las representaciones teatrales recibían tal cantidad de peticiones que en todas las ocasiones sobrepasábamos el aforo disponible hasta el punto de que no podíamos reservar espacio para toda la demanda. Por otro lado la ciudad, durante esos días, se llenaba de escolares que contemplaban absortos los restos que fenicios, romanos y árabes nos dejaron en nuestra población.
Las representaciones teatrales eran realizadas por grupos de teatro juvenil especializados en el mundo grecolatino que mostraban sus últimos trabajos y, además, en las dos primeras ediciones el festival contó con la participación de grupos profesionales que traían hasta Almuñécar obras de temática relacionada también con Grecia y Roma.
Todo cambió para el festival a partir de 2012. Los nuevos vientos que soplaban desde la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almuñécar dieron un impulso nuevo a su realización y ello permitió que el festival cambiara en todos sus aspectos.
La edición de 2012 comenzó de manera modesta con tres grupos no profesionales entre los que estaba SKS TEATRO, la asociación que puso en pie el festival desde sus orígenes.
Las ediciones de 2013, 2014 y 2016 se convirtieron en el salto definitivo de calidad y, mientras que se mantenía su carácter primario de ser una cita para el teatro grecolatino no profesional, se unía la potencia y la repercusión de incluir grupos profesionales del más alto nivel que participaban en los grandes festivales clásicos de teatro que se celebran cada verano en nuestro país y que supusieron una amplificación perfecta para nuestro festival.
Y así llegaron a las tablas del acueducto sexitano las vicisitudes de Ulises, encarnadas en la genialidad de Rafael Alvárez, el Brujo, o los desternillantes enredos del Eunuco de Terencio en las impresionantes actuaciones de Anabel Alonso y Pepón Nieto, por citar a algunos miembros de la compañía, o el tremendo homenaje que Producciones Verbo realizó de El Cerco de Numancia, en el año de homenaje a Cervantes.
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La historia de Almuñécar se inicia hacia el año 1500 a.C , con la presencia de las gentes de la cultura argárica de la Edad de Bronce. Con el paso del tiempo el municipio ha sido un enclave codiciado por numerosos pueblos desde los albores de la historia.
Llamada Ex por sus primeros colonizadores, los fenicios, durante el periodo romano se convertiría en la floreciente ciudad Sexi Firmun Iulium, que exportaba a todo el imperio salazones de pescado y el preciado “Garum” (pasta similar a lo que hoy se conoce como paté obtenida por maceración y fermentación en salmuera de los despojos del pescado- vísceras, etc.).
De su pasado fenicio-púnico dan fe la Necrópolis Laurita y la de Puente de Noy, mientras que de la Sexi romana se conservan monumentos como el imponente Acueducto, los Columbarios de La Torre del Monje y La Albina, la Factoría de Salazones del Parque “El Majuelo” o la Cueva de Siete Palacios, sede del Museo Arqueológico. Así mismo los árabes han dejado en la localidad una impronta imposible de borrar por ejemplo el nombre actual de Almuñécar proviene de la denominación árabe Al-Munekab, que según algunos expertos significa fortaleza en la colina.
Entre las estrechas e intrincadas calles del casco histórico, con sus casas encaladas, aún puede respirarse la esencia de la Almuñécar andalusí, cuyos pobladores fueron testigos del desembarco de Abd Al-Rahman I, fundador del Emirato Omeya, en el año 755. Las torres vigía que jalonan el litoral sexitano y el Castillo de San Miguel que se yergue coronando la población son herencia de los casi ochocientos años de presencia musulmana en la zona.
Los cristianos edificarían la Iglesia de la Encarnación, el Pilar de la Calle Real, y ya a mediados del siglo XIX se construiría el Palacete de la Najarra, edificio neo-árabe que alberga la Oficina Municipal de Turismo, y más recientemente las esculturas que embellecen la población, entre otras, el Monumento a Abderramán I, el Monumento a los Fenicios o la Puerta de Almuñécar en honor a Blas Infante.
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